Cultura | 16 dic 2020
HOLISTICA
¿Qué es la Docencia Terapéutica?
Si bien el término Docencia Terapéutica es un neologismo, su práctica se remonta a pasados remotos: la escucha atenta; el respeto por los sentimientos del otro; la ayuda a ampliar los ámbitos sensible e intelectual, entre otras, son prácticas que se desarrollan desde la antigüedad.
Por *José María Caracuel | Incontable número de seres humanos se dedicaron a ayudar a otros en su desarrollo por medio de la escucha, la reflexión, la trasmisión de conocimientos y el perfeccionamiento de las habilidades personales.
Podemos tomar a Sócrates, el ateniense del siglo V a.C. como uno de sus más brillantes cultivadores. Su método consistía en la escucha atenta seguida de la indagación meticulosa a su interlocutor, de forma tal que este presentara sus propios argumentos en favor o en rechazo; así, durante el diálogo iba incorporando nuevos conceptos, ampliando sus puntos de vista, en fin, transformándose en una persona algo más sabia y por lo tanto más feliz.
Un diálogo del tipo socrático puede suceder en cualquier momento cuando las personas buscan respuestas mediante un esfuerzo honesto de reflexión y razonamiento. Aplicado a la pedagogía, el docente formula todo tipo de preguntas hasta que el alumno llega a una comprensión más amplia del tema en desarrollo.
Tomemos como ejemplo a un docente que enseña a escribir a los niños; les está trasmitiendo un conocimiento que enriquecerá sus vidas; es mucho más provechoso vivir en el mundo de la lectoescritura que en el analfabetismo. El docente no sólo brinda al niño el conocimiento del lenguaje, sino que lo desarrolla en la práctica, lo ejercita, lo corrige, en fin lo acompaña en todo el proceso.
Con el correr de los años los alumnos olvidarán los detalles del aprendizaje: ejercicios de vocalización, palotes, deletreos, etc., hasta puede darse que se olviden del maestro; pero el conocimiento de leer y escribir les es propio para siempre en su beneficio.
De la misma forma el Docente Terapeuta no se dedica a hacer interpretaciones o análisis ni a dar consejos, sino que establece con el discípulo una relación en la que a través de sus conocimientos impulsa un cambio desde lo negativo hacia lo positivo. Participa en la elaboración de conceptos que hacen más grata la vida cotidiana: escucha, orienta, contiene, habla, auxilia en un marco terapéutico fuera del consultorio o el esquema institucional.
Se debe ser muy cuidadoso ya que es fácil banalizar este enfoque y reducirlo a una mezcolanza de emociones, creencias, actitudes y opiniones; también hay que cuidarse de no extraer conclusiones apresuradas. Por estos motivos es que la formación del Docente Terapeuta es una actividad muy meticulosa, seria y escrupulosa.
El Docente Terapeuta debe identificar los atributos particulares de cada uno que pueden acelerar o retardar los procesos de aprendizaje, los rasgos en los que puede trabajar para disminuir confusiones y problemas y ampliar el crecimiento individual. Nada puede aprenderse eficientemente salvo aquello que satisface una necesidad, un deseo, una curiosidad o una fantasía.
La tarea del Docente Terapeuta es aumentar la capacidad de elegir del alumno y ayudarlo a utilizar lo que aprende como una oportunidad para su crecimiento personal, desarrollar la creatividad, que es uno de los mayores atributos que puede tener una persona.
La Docencia Terapéutica se diferencia de los conceptos ortodoxos de la educación tradicional principalmente en su concepción del alumnado que se basa en la individualidad de cada discípulo.
Una breve mirada a los fundamentos sociales y psicológicos de la perspectiva de la Docencia Terapéutica ayudará a comprenderla, la perspectiva de la Docencia Terapéutica se construyó dentro del marco de la Psicología Humanista.
En los últimos años del siglo XX surgieron los enfoques humanísticos de la psicología como consecuencia de la despersonalización que sufría el ser humano, estos enfoques debaten el valor que puedan tener las soluciones verbales e intelectuales al enfrentarse con los conflictos emocionales; si el trastorno reside en sentir emociones, entonces el individuo tiene que confrontar el sentimiento, el cual no es precisamente verbal ni intelectual, sino emocional.
Desde la Psicología Humanista se postula que es necesario ayudar al discípulo a lograr su propia realización, la función del Docente Terapeuta es conducir al alumno hacia su interior, hacia su propio desarrollo, de modo tal que pueda llevar adelante un proceso de crecimiento. La relación entre el docente y el alumno es de “camaradería”, cada alumno es un individuo que piensa, siente y hace; y esto no puede separarse de lo que puede aprender y de cómo lo aprende.
* José María Caracuel
Lic. En Ciencia Químicas (UBA)
Fitoterapeuta
Terapeuta Floral
Psicòlogo Holìstica
José María Caracuel reside actualmente en el Partido de La Costa y está dispuesto a aportar sus conocimientos en la materia, no sólo a través de nuestras páginas. Cualquier inquietud sobre estos temas, no dude en consultar a través del formulario de contacto (En la cabecera botón derecho).
A lo largo de casi 50 años de actuación profesional se desempeñó en la actividad privada, la docencia y el desarrollo de normas de los ámbitos nacional, Mercosur y Panamericano.
Colaboró en distintas publicaciones por ejemplo en el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM) y la Unión Industrial.
Publicó en total 10 libros tanto en el ámbito de ciencia y tecnología, como en el de la divulgación científica, entre los que se encuentran:
-Recopilación trilingüe de términos metalúrgicos y definiciones. Instituto Nacional de Tecnología Industrial. 1993
-Sistemas de Calidad. Su implementación. Cámara de Industria y Comercio de la Pcia. De Buenos Aires. 1998
-Diccionario trilingüe del Cobre. Instituto Nacional de Tecnología Industrial. 1999
-Pensamiento y Espiritualidad. Studio Gráfico. 2012
-Ciencia Espiritual y Ciencias Fácticas. Studio Gráfico. 2013
-Ciencia, Filosofía y Misticismo. Editorial Dunken. 2014